Evidencia de la auditoría
Publicado en Correo del Orinoco el 18 de septiembre de 2018 |
Evidencia de la auditoría |
La
evidencia de auditoría sustenta la opinión y el informe de auditoría,
porque afirma la validez de su contenido. En el marco legal vigente y en
las disposiciones de carácter técnico se proporcionan elementos
necesarios para que el ejercicio de auditoría sea confiable,
consistente, material, productivo y generador de valor agregado a las
organizaciones objeto de auditoría. Estas se traducen en acciones de
mejoramiento y garantía para las entidades, así como para la sociedad.
Las Normas Internacionales de Auditoría
explican lo que constituye la evidencia de auditoría y también tratan,
con especial énfasis, sobre la responsabilidad que tiene el auditor al
diseñar y aplicar procedimientos que obtengan evidencia suficiente y
adecuada, que le permita alcanzar conclusiones razonables en las cuales
basar su opinión.
No obstante, estas normas internacionales enfocan sus
conceptos de manera predominante en las auditorías financieras o
auditorías de estados financieros, principalmente ejecutadas por
empresas o firmas de auditores externos en el caso venezolano, que
sirven de marco referencial en algunos tópicos en los cuales, tanto
conceptual como técnicamente, resultan aplicables.
Conversar sobre este tema conduce a
mencionar de forma breve los principales aspectos que se deben
considerar en las diferentes actuaciones fiscales. Entre estos se
precisa destacar las fases de auditoría, previstas en las Normas
Generales de Auditoría de Estado, y los objetivos o propósitos que
motivan su realización.
Para lograr la consecución de los
objetivos de las diferentes auditorías, las estrategias deben ser
planificadas oportuna y acertadamente en función de su factibilidad,
para el abordaje eficiente de la precitada actuación. Para ello, deben
considerarse tres grandes aspectos fundamentales: las evidencias de las
auditorías cuantitativa y cualitativamente; las técnicas y
procedimientos de auditoría que son aceptados para la recolección y
valoración de las evidencias; y las pruebas de auditoría definidas y
delimitadas en base al objetivo general, los objetivos específicos, el
alcance, e incluso las técnicas y procedimientos de auditoría previstos
en la etapa de planificación.
Es importante resaltar que el resultado
de un proceso de auditoría conlleva a asumir una serie de
responsabilidades que por sí solas posicionan o debilitan la imagen de
la organización frente a los resultados obtenidos. La calidad y
suficiencia de la evidencia soportan el actuar, igualmente responsable,
del grupo auditor. Por esta razón, para que esta información se
considere valiosa, se requiere que la evidencia sea competente, es
decir, con calidad en relación con su relevancia y confiabilidad, así
como suficiente al tener en cuenta factores como la posibilidad de
información errónea.
Por consiguiente, la evidencia de
auditoría es de naturaleza acumulativa y se obtiene principalmente de la
aplicación de procedimientos en el transcurso de la auditoría.
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Dr. Manuel Enrique Galindo Ballesteros
Contralor general de la República Bolivariana de Venezuela
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