Calidad y supervisión en el proceso de auditoría


 
Calidad y supervisión en el proceso de auditoría
La calidad y supervisión en el proceso de auditoría permiten identificar la satisfacción de los usuarios para mejorar la gestión pública y subsanar cualquier tipo de desviación que pudiera presentarse a través de un proceso administrativo, para garantizar el cumplimiento de los objetivos trazados en todas y cada una de las fases de auditoría.

La Ley Orgánica de la Contraloría General de la República y del Sistema Nacional de Control Fiscal prevé en su artículo 25 los principios que rigen el control fiscal, los cuales inciden de manera directa en la consecución de actuaciones fiscales con apego a la calidad en la auditoría. De igual manera, las Normas Generales de Auditoría de Estado, emanadas de la Contraloría General de la República Bolivariana de Venezuela (CGR), establecen en sus artículos 9 y 10 que todo proceso de auditoría debe estar ejecutado bajo criterio de calidad y una supervisión efectiva, con el fin de garantizar el cumplimiento de los objetivos trazados en todas y cada una de las fases de la auditoría, lo que permite a nivel gerencial y operativo identificar cualidades y previsiones necesarias para el aseguramiento de la calidad en el proceso de auditoría.

Basados en estos criterios normativos, podríamos afirmar que tanto la calidad como la supervisión en el proceso de la auditoría permiten reconocer los puntos de control en cada fase (planificación, ejecución, presentación de resultados y seguimiento), así como el papel relevante del supervisor en la verificación del cumplimiento y aplicación de las normas, políticas y procedimientos gubernamentales.

Por consiguiente, toda auditoría conlleva un examen objetivo, sistemático, profesional y posterior de las operaciones financieras, administrativas y de gestión, con la finalidad de comprobar el logro de objetivos y metas, con estricto apego a la normativa que rige la materia, para así poder efectuar las observaciones y recomendaciones pertinentes.

En conclusión, los auditores y supervisores deben proporcionar criterios que vayan en sintonía con las normas de auditoría gubernamental, de manera que se ejecute el proceso auditor de acuerdo a los requerimientos y políticas del órgano de control fiscal. Además, es necesario que se le dé participación activa a toda la ciudadanía desde el inicio del proceso, porque al permitir su colaboración también se verán reflejados sus principios y valores en el resultado del trabajo transparente, eficaz y eficiente del proceso.

Dr. Manuel Enrique Galindo Ballesteros
Contralor general de la República Bolivariana de Venezuela


Publicado en Correo del Orinoco el 4 de septiembre de 2018

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