Los hechos irregulares infringen el Estado de Derecho y de Justicia
Publicado en Correo del Orinoco el 5 de junio de 2018
Los hechos irregulares infringen el Estado de Derecho y de Justicia
Los hechos irregulares infringen el Estado de Derecho y de Justicia
Los hechos irregulares como la corrupción, la malversación de activos y los estados financieros fraudulentos violentan el Estado de Derecho y de Justicia, porque quienes incurren en estos actos quebrantan las normas constitucionales alterando la paz de la República y la convivencia social.
La Ley Contra la Corrupción establece normas destinadas a regir la conducta de las ciudadanas y los ciudadanos sujetos a este Ley, con el fin de garantizar el manejo adecuado y transparente de los recursos publicos y privados, así como la tipificación de los delitos que atentan contra los bienes patrimoniales y las sanciones correspondientes.
Si bien es cierto que existe la posibilidad de que una persona incurra en alguna irregularidad administrativa por desconocimiento u omisión de la norma legal, sin intención alevosa, también es cierto que todas y todos debemos entender y asimilar la concepción de que las consecuencias de esos actos son negativas, ya que conlleva a una situación al margen de la legalidad, quebrantando dentro del sistema social las normas moralmente aceptadas, pues el ser humano no es un ser aislado; sus acciones repercuten en otras personas que forman parte de su entorno.
En este sentido, si las ciudadanas y los ciudadanos que forman la sociedad de un país, Estado o nación comparten valores superiores como la honestidad, la transparencia, la lealtad, la responsabilidad y la corresponsabilidad con el otro o los otros, es posible reducir los riesgos o amenazas que generados por la corrupción, entendiendo que los principios y valores son el fundamento del orden y del equilibrio individual y colectivo, puesto éstos afectan la conducta del individuo que se proyecta hacia lo social.
Un Estado de Derecho y de Justicia es garantista de una sociedad donde imperan los valores supremos del respeto, la tolerancia, la participación, la libertad, la justicia, la solidaridad, la democracia y la vida; los cuales hacen posible la convivencia en una realidad humana que integra el conocimiento con la valoración ética y moral; por ello, quienes incurren en hechos irregulares quebrantan la nación, el Estado y la República.
Preservemos la conciencia y las virtudes cívicas para el engrandecimiento de la Patria.
“Contraloras y contralores somos todos”
Dr. Manuel Enrique Galindo Ballesteros
Contralor general de la República Bolivariana de Venezuela
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